PIOJOS: CURIOSIDADES HISTÓRICAS

CURIOSIDADES HISTÓRICAS SOBRE LOS PIOJOS

Los dinosaurios pudieron ser los primeros en tener piojos. Según un nuevo estudio de la Universidad de Illinois, dichos parásitos ya existían en la época de los grandes reptiles, y éstos podrían haber sido sus primeros huéspedes. La brutal capacidad de adaptacion de los piojos les ha permitido sobrevivir desde tiempos prehistóricos hasta la actualidad.

Piojos fosilizado

Piojos fosilizado

Los científicos estudiaron datos moleculares y restos fósiles de piojos para seguir la evolución del parásito y conocer a los primeros animales donde se alojaba, publica la revista Biology Letters. Así, concluyen que los antecesores de los piojos actuales comenzaron a expandirse antes la desaparición masiva de los dinosaurios, hace unos 65 millones de años.

 

¿Desde cuándo nos acompañan?

Existen datos que confirman la existencia de piojos en los humanos desde hace mas de 1.000.000 años.

Actualmente, la pediculosis representa un serio problema para quien la padece y para quienes están alrededor, pero no siempre fue así. Hace 1.180.000 años A.C. se distinguían dos clases diferentes de piojos, la del homo sapiens y  la del homo erectus. Se descubre que en torno al año 105.000 A.C, los piojos sufren una mutación genética y se diferencian dos especies, el piojo de la cabeza y el piojo del cuerpo, así el piojo de la cabeza, consigue hacerse más resistente y alargar su vida, pues delimita su espacio vital en solo uno, la cabeza, es aquí donde nace, crece, se reproduce y muere.

Los hombres de las cavernas ya tenían piojos.

Gracias a los diferentes hallazgos arqueológicos  podemos saber que ya en la prehistoria existían piojos en las cabezas de los humanos. En una caverna del Neolítico,  en Israel, datada entre el 8.000 y el 7.000 A. C, se descubrió una fosa funeraria dónde podían observarse liendres pegadas al cuero cabelludo de los cadáveres.

Cuando construían las pirámides, los egipcios ya tenían piojos.

En Egipto, se han encontrado momias con mas de 5.000 años de antigüedad  cuyas cabezas tenían piojos y que aparecen en los sarcófagos junto con diversos tesoros, peines de dientes largos y muy juntos con liendres. Han de pasar aun varios siglos, para que la pediculosis sea considerada un problema, y en Egipto en 1536 A. C  surgen los primeros tratamientos sugeridos en los papiros que recomendaban “masticar carne caliente y agua y escupirla sobre la piel para ahuyentar moscas y piojos”.

La tradición cuenta que gente famosa, como Herodes el Grande, el dictador Sila, el emperador de Alemania Arnulfo y Felipe II de España, sufrían pediculosis crónicas.

La pediculosis ha estado y aún lo está, vinculada con diferentes patrones culturales tales como los desarrollados por los sacerdotes del  antiguo Egipto, que se rasuraban cada tres días todo el cuerpo para mantenerse libres de piojos.

¿Y en la Edad Media?

Durante la Edad Media, la ciudad suiza de Hurdenburg, tenía una curiosa forma de elegir a su representante local: Los candidatos a alcalde tenían que sentarse alrededor de una mesa y extender sus barbas sobre ella. Entonces se colocaba un piojo en el centro de la mesa y el propietario de la barba que éste escogiera era designado nuevo alcalde.

Los incas y aztecas no se libraban.

El descubrimiento de estos parásitos en momias peruanas del siglo XI prueba que estos ya estaban infestando a los americanos nativos cerca de 500 años antes de la llegada de los europeos.

Los Aztecas ofrecían al Dios Moctezuma, como señal de respeto, sus propios piojos que colocaban en pequeñas vasijas de oro.

El austriaco, Martin Gusinde a principios del s.XX, viajando por Tierra del Fuego, cuenta que los Onas,  pese a estar sometidos a tan bajas temperaturas, tenían piojos y para arrancarlos usaban como peine la mandíbula de un delfín.

La pediculosis, afecta a todos los continentes, existen documentos que atestiguan que en el 1.200 A.C, los chinos usaban mercurio y arsénico (terriblemente tóxicos) para controlar las epidemias de piojos.

En el año 64 D. C, médicos griegos de la armada de Nerón relatan los primeros pediculicidas farmacéuticos. Aparecen los primeros aceites esenciales como el aceite de cedro libanés y el jugo de la raíz de fruto de la myrica.

Y desde entonces y hasta nuestros días  se han aplicado miles de tratamientos como: usar grasa de perro para destruir liendres, ingerir serpientes hervidas, o su piel, aplicarse artemisa, usar piretroides obtenidos de flores que afectaban al sistema nervioso del piojo, usar alcaloides.

Los piojos y las liendres eran muy comunes en la Edad Media, por lo que utilizar pelucas, esas preciosas pelucas blancas que aparecen en las películas, era muy común en las personas ricas, luego de que éstas se raparan la cabeza para acabar con los piojos. Aunque ni las pelucas se salvaban de estos bichos.

Los sombreros tenían una utilidad contra los piojos.

Los sombreros tenían un propósito más allá de la moda: Las personas a menudo no se quitaban el sombrero para poder tomar sus alimentos, y no era porque fueran maleducados, sino que este accesorio evitaba que las liendres secas y los piojos cayeran a la comida.

Después de la guerra civil americana, la epidemia de piojos era tal que se llegó a usar queroseno y untarse en petróleo para combatirlos, que ocasionaban daños cutáneos a los afectados. Pero no solo no se consigue, ya que en aquel entonces los piojos también mutaban, sino que en 1944 se desarrolla el DDT y los piojos se hicieron resistentes a este.

Entre los años 1951-2004, el lindano se introduce como pediculicida pero se detectan severos efectos secundarios en el sistema nervioso de las personas. También es introducida la permetrina y el malatión, pero los piojos se hacen resistentes a ambos. Últimamente  se comercializan productos a base de siliconas, cuyo fin es rodear al piojo con una pelicula inmovilizante que paraliza al piojo y lo mata…. Pero y ¿ las liendres ..?.